Uno de los cambios estéticos más llamativos, fue sustituir en el año 1979, la denominada gorra "montañera" -vestida desde mediados de la década de los años 60-por una boina de color caqui, estilo inglés, con alzado al lado derecho, presentando en la misma posición, tanto el emblema del ejército, confeccionado en latón dorado, como las divisas de empleo y graduación, dispuestas de forma vertical o diagonal al anterior, el cual, dos años después, en 1981, sería reemplazado por otro emblema, pero confeccionado en material termoplástico, y colocado en el interior de un óvalo del mismo material.
Tras dos años de uso, el día a día puso de manifiesto que, pese al logrado aspecto moderno, e incluso atractivo que se había logrado obtener con la implantación de la boina, prenda cómoda y fácilmente adaptable a cualquier cabeza, era un elemento de la uniformidad que se deterioraba más rápidamente que cualquier otra, sufriendo estructuralmente, y teniendo por ello una vida más limitada. Otro problema añadido fue el hecho de que, vistiendo la boina en determinados actos castrenses, ésta misma “dificultaba” su correcto posicionamiento en la cabeza, si eran efectuados ciertos movimientos en los que intervenían las armas individuales. Por ello, y tras una breve vida de tan solo dos años, en el ya citado 1981, fue nuevamente introducida una prenda de cabeza que, se pretendía, fuese la sustituta de la boina.
Este nuevo "tocado" militar, era una gorra con visera de estructura sencilla, cuyo corte y apariencia recordaban -en gran medida- al estilo de la denominada gorra Mod. “Chester” que, en el uniforme de paseo, fuera empleada durante la década de los años cincuenta. Presentaba en el frente el emblema del ejército, "timbrado de real", y así mismo, un sencillo barboquejo sujeto a los laterales mediante dos botones dorados, siendo las divisas del empleo y graduación -en el caso que nos ocupa, "Soldado de 1ª clase"- llevadas de forma horizontal.
En realidad, esta nueva gorra no dejaba de ser una adaptación “en bueno” y para el uniforme de paseo, de otra gorra similar que era la empleada en el uniforme de instrucción y campaña. Su general implantación en todo el Ejército de Tierra nunca se llegó a producir, llegándose a dar jocosas estampas como fueron que, en la formación de una misma unidad, los soldados pendientes de licenciamiento, se presentaban a revista vistiendo la boina, mientras los recién incorporados lo hacían con la gorra de “inspiración Chester”, de igual forma a que, en muchas unidades desplegadas en ciertas Regiones Militares, la nueva gorra visera “nunca se llegó a conocer” por no recibirla jamás, continuando el uso de la boina Mod. 79 a la cual, en el año 1986, y con los profundos cambios introducidos en el citado año, nuevamente se volvió a implantar, aunque bajo una serie de preceptos estéticos completamente diferentes a los del año 1979.
Texto, by "Santiago Matamoros".
Texto, by "Santiago Matamoros".
